Pabellón Eco 2020 Veredicto

Pabellón Eco
El Eco
31 enero, 2020

I. Introducción

Cada dos años el Museo Experimental El Eco promueve y produce una intervención arquitectónica como parte de su programa expositivo. El Pabellón Eco 2020 convoca a profesionales involucrados en la práctica arquitectónica en México para que dialoguen con la programación del museo. El Eco, que abrió sus puertas en 1953, fue construido por el artista Mathias Goeritz (1915-1990), por invitación del empresario Daniel Mont. Este espacio es un ejemplo de la teoría de “arquitectura emocional” que Goeritz propuso, como crítica ante el funcionalismo que imperaba en Europa en este período. El Eco fue concebido como un espacio para la exhibición e integración de la arquitectura con las artes . Su arquitectura única y su carácter interdisciplinario han inspirado a varias generaciones de actores culturales en México.

Con esta edición se cumplen 10 años del Pabellón Eco , un concurso que se inició en alianza con Buró-Buró con la misión de ofrecer una plataforma para la producción arquitectónica con énfasis en la experimentación y la reflexión espacial. Consiste en una intervención temporal a la arquitectura emocional de Mathias Goeritz, la cual albergará durante dos meses actividades que combinan artes visuales, escénicas, música y conversatorios derivados de la forma y los temas propuestos por el diseño ganador.

A lo largo de esta década, el Pabellón Eco pasó de ser un concurso por invitación, centrado en la ciudad de México, a abrir una convocatoria para portafolios a nivel nacional, establecer un esquema de selección, invitar a un curador/a para definir líneas de investigación, y finalmente establecer una alianza con la Facultad de arquitectura de la UNAM y con otros actores más de la escena local.

II. Convocatoria

En el mes de noviembre se publicó la convocatoria para la 8va edición del Pabellón Eco. El curador invitado de esta edición fue el arquitecto Javier Senosiain (Ciudad de México, 1948), profesor de la Facultad de arquitectura de la UNAM. Senosiain es conocido por desarrollar proyectos de arquitectura orgánica — o bioarquitectura como él la denomina — sostenidos por la idea de una continuidad armónica entre la naturaleza y las producciones culturales, que suelen inspirarse por formas animales o vegetales. Su trabajo abre líneas de reflexión acerca de los modos en que el conocimiento proveniente de los sistemas naturales se relaciona con el campo de la arquitectura.

El curador propuso tomar como punto de partida al que podría considerarse el primer pabellón — o espacio arquitectónico temporal — que El Eco tuvo: la serpiente de Mathias Goeritz. Esta estructura primaria de inspiración zoomorfa no sólo se integraba plásticamente al espacio, sino también al contexto cultural, pues activaba conexiones específicas con la historia mexicana prehispánica. Si bien la serpiente ya no se encuentra en el patio del museo, su ausencia da pie a que este espacio sea ahora un sitio para la realización de proyectos de diversa índole.

Con estas reflexiones como punto de partida, la línea curatorial de este año propuso que los concursantes reflexionaran sobre las capacidades de la arquitectura para trabajar de manera simultánea y armónica con los contextos culturales y naturales, ya sea por medio del empleo de analogías entre formas orgánicas y arquitectónicas o a través de la integración de recursos de orden simbólico.

a) Recepción de portafolios

El 29 de noviembre de 2019 se cerró la primera etapa de la convocatoria. Se recibieron 90 portafolios procedentes de todo el país.

b) Selección

De entre los portafolios recibidos, un jurado compuesto por miembros del equipo del Museo Experimental El Eco, Buró-Buró y el artista Diego Pérez, seleccionó a 5 concursantes , los cuales se dieron a conocer el 6 de diciembre de 2019 a través de la página del museo. Los cinco proyectos seleccionados fueron los siguientes:

ESCOBEDO SOLIZ + Annik Keoseyan

Departamento del Distrito + Villalobos

Gabriela Álvarez y Sofí a Betancur

Roberto Michelsen Engell

TANAT | Diego Rivero Borrell

c) Recepción de proyectos

A partir de la publicación de los resultados, y tomando en cuenta la línea curatorial, los concursantes seleccionados trabajaron en sus proyectos . El día 24 de enero de 2020, en las instalaciones del museo, se recibieron las propuestas finales de los cinco concursantes seleccionados, que consistieron en: 1. Planta del espacio en formato PDF. 2. Distintas vistas interiores y exteriores 3. Ensayo o texto conceptual y descriptivo del proyecto 4. Catálogo de conceptos de la propuesta y 5. una maqueta de éste a escala 1:100.

d) Resultados finales

El día 29 de enero de 2020 , un jurado compuesto por el Arq. Javier Senosiain, el artista Damián Ortega, el arquitecto Miquel Adrià, miembros del Museo Experimental El Eco y de Buró- Buró se reunieron para revisar los proyectos presentados y dar el veredicto final e inapelable.

Además de que respondiera a la línea curatorial planteada, los criterios prácticos que se tomaron en cuenta para la decisión fueron los siguientes. Que el proyecto:

– Tomara en cuenta las condiciones naturales, ambientales y climáticas del patio abierto.

– Que pudiera acoger un programa público para albergar desde 20 hasta 200 personas.

– Que se resolviera con un presupuesto máximo de $150,000 incluyendo el montaje.

– Que fuera viable constructivamente.

El proyecto ganador, que será producido en el patio de El Eco y que se inaugurará el 14 de marzo de 2020 corresponde al estudio:

– TANAT | Diego Rivero Borrell

Con el proyecto: CRONOBOROS

CRONOBOROS propone convertir el patio del museo en un espejo de agua y rocas, en el que tanto las partes que conforman el sitio (muros y torre) como también los elementos cirncundantes como la jacaranda, el cielo, el sol, puedan ser reflejados en una imagen que hace eco de sus formas y colores. En este sentido, apuesta por generar un espacio que celebre la transformación y la temporalidad como características inherentes a la naturaleza y su enlace con la vida humana a través de la contemplación y la expresión artística.

Para el jurado, este espacio apunta hacia una idea del jardín sublimado como imagen en una relación casi romántica con el espacio, que se enfoca en una experiencia visual y sensorial que dialoga con El Eco y con su historia. Existe una solidez entre la propuesta conceptual y las soluciones espaciales y de ejecución que el proyecto presenta que resultaron relevantes para este jurado, sumado a la creatividad en la elección de materiales y elementos que convierten el patio en un espacio de contemplación e introspección, donde la división entre naturaleza y arquitectura se diluye. La integración entre la arquitectura y las artes a la cual apela el proyecto, proponiendo un pabellón que se transforma por medio de acciones performáticas específicas.

El jurado también decidió otorgar una mención especial al proyecto “El huevo y la serpiente” de ESCOBEDO SOLIZ + Annik Keoseyan que propone a través de una intervención de gran escala con lámina, establecer una relación con la serpiente de Goeritz y con la línea curatorial propuesta, lo cual también se vuelve patente en la elección de materiales y formas que establecen un diálogo con la arquitectura del museo. Finalmente, la contundencia visual del proyecto, ya sea si se mira desde la calle, o se experimenta desde el interior, recorriendo los espacios que genera fue un elemento relevante para el jurado.


Pabellón Eco 2020 Veredicto