Nuestra Victoria

Re_vista
21 mayo, 2020

Los objetos son portavoces de discursos, en los que cristalizan modos de leer y entender las convenciones sociales a lo largo del tiempo. Nuestra victoria de Julieta Gil está planteada desde la perspectiva de los objetos y la cultura material. Es una invitación a pensar los aspectos políticos, afectivos, económicos y materiales que poseen las cosas, particularmente los monumentos, las estatuas y otras formas arquitectónicas urbanas.

El proyecto tiene como punto de partida el registro de las pintas en la Columna de la Independencia, ocurridas en el contexto de la manifestación feminista #NoMeCuidanMeViolan, el pasado 16 de agosto de 2019. Las pintas materializaron los gritos de indignación de miles de mujeres que participaron que exigían un alto a la violencia de género en el país, donde ocurren diez feminicidios al día y 82.1% de la población femenina se siente insegura. Antes de que se iniciara la limpieza del monumento, Gil realizó un registro detallado, tomando múltiples fotografías para después convertirlo en un modelo digital tridimensional a través de la fotogrametría, una técnica que comprende el uso de fotografías para traducir objetos físicos en un espacio digital 3D. 

El problema de la memoria material ha interesado a Julieta Gil en trabajos anteriores, en los que parte de formas arquitectónicas que interviene de forma digital con el fin de otorgar otro sentido y mostrar la manera en que edificios y objetos son poseedores de contenido. En esta ocasión la intervención de cientos de mujeres detonó el proyecto y su conservación en el plano digital pone en discusión cuestiones en torno a la memoria y el patrimonio, a quién le pertenecen y de qué manera se construyen, para qué sirven los monumentos y cuál es su mensaje en el presente. Sin intentar responder a estas preguntas, este proyecto se suma a la discusión y se presenta como un esfuerzo por mantener vivo el monumento en su estado “vandalizado” u ocupado por la sociedad civil, mostrando que es precisamente de esta manera como el también llamado Ángel de la Independencia cobra nuevos significados en la contemporaneidad. 

Las obras presentadas permiten que el monumento intervenido permanezca en la memoria colectiva de los ciudadanos como un objeto comunicador de urgencias y demandas actuales. El monumento digitalizado puede incluso servir como testimonio para investigaciones, ya que reúne y conserva evidencias de reclamos por la justicia. 

Con la intención de que sea público y de libre acceso, este código QR abre un vínculo que contiene los archivos descargables del modelo 3D del monumento con la información gráfica de las pintas. 

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Julieta Gil (1987, Ciudad de México)

Ejerce una maestría en bellas artes por parte de UCLA, Los Ángeles y una licenciatura en arquitectura por parte de la Universidad Iberoamericana, Ciudad de México. 

Su trabajo oscila entre el espacio físico y el digital. Los medios computacionales evolucionan rápidamente y con ello se vuelven ubicuos y capaces de influenciar nuestra vida diaria. La vida digital es tan real como cualquier otra clase de vida. Julieta está interesada en preguntarse en qué se convierte de nuestra experiencia humana cuando estas realidades simultáneas se forman e interactúan la una con la otra, creando objetos, video, imágenes y otras narrativas que reflexionen acerca de nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro.  


Esta colaboración forma parte de la Re_vista 003 del Museo Experimental el Eco, corresponde a la sección REAL Y DIGITAL NO SON OPUESTOS, editada por Santiago Muedano. 


Nuestra Victoria