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Gerda Gruber
Mayo 18, 13 hrs.

Memoria especulativa de los cuerpos que bailan

En unas fotografías del día de la inauguración del Museo Experimental el Eco, el 7 de septiembre de 1953, aparecen unas danzas. Vemos un grupo de bailarines afroamericanos posando o ejecutando varias escenas: son los intérpretes del Ballet Negro de Walter Nicks.

¿Quién era Walter Nicks y cómo eran sus danzas? ¿Qué se bailó o no se bailó en el patio del museo? ¿Cómo llegó un grupo de bailarines afroamericanos al Eco en1953? Éstas fueron algunas de las preguntas que detonaron la curiosidad por saber un poco más sobre el Ballet Negro y su participación en la inauguración.
Las fotografías de ese evento, sumadas a la información que fue posible recolectar, dieron pie a un ejercicio de reconstrucción para intentar imaginar esas danzas, aunque nada nos asegura que todas efectivamente acontecieran.

En el proceso, quedó en evidencia que, si del trabajo de Nicks sabemos poco, de la experiencia de los intérpretes no queda ningún rastro. Sus nombres no aparecen en ningún lugar, ni hay documento que nos dé información sobre su perspectiva. A veces los intérpretes son como los obreros o las enfermeras, son los que sostienen todo, los que sudan, los que se lastiman, los que bailan y dan vida a las ideas, y sin embargo sus voces casi nunca forman parte del archivo o a menudo su singularidad se diluye en el cuerpo de baile.

Es por esto que para esta edición de la revista invité a cuatro cómplices a invocar las danzas del Ballet Negro desde la perspectiva de los cuerpos que bailan. A partir de un ejercicio de memoria especulativa, tomando en cuenta lo que sí sabemos o podemos deducir, la idea fue invocar esas danzas para imaginar una nueva; una especie de ritual de imaginación colectiva que, entre la realidad y la ficción, nos interpela desde las vivencias especulativas de los intérpretes.


Esthel Vogrig

Esta entrega forma parte de la Re_vista 04 del Museo Experimental el Eco, editada por Esthel Vogrig en colaboración con Carla Lamoyi, Coral Montejano Cantoral, Edgr Pol y Katia Castañeda. Es una invitación realizada por Paola Santoscoy.


22 pasos a partir de cinco fotos de Walter Nicks
Carla Lamoyi

Cinco fotos en las que Walter Nicks baila o posa, funcionan como pistas/pautas para crear una nueva frase coreográfica. Al encarnar el cuerpo en cada imagen, al asumir esa posición congelada, el peso y la dirección de mi cuerpo me dictan que movimientos hacer para llegar de una una pose a otra.


Diario de Mathilda Bruce
Coral Montejano Cantoral

Diario ficticio de una bailarina afroamericana que conoce a mi abuela en la colonia San Rafael en los años 50’s.


Invocación
Edgar Pol

Pieza sonora elaborada por Mario Aguilar Acosta, Fernando Hernández, Ale Godinez, Johanna Perdijk, Sof Galvan, Mike Ochoa, Olaf Torres, Patricio Sánchez y Edgar Pol.
Esta danza es una memoria fabulativa, una invocación a la danza del Ballet Negro de Walter Nicks a partir de la configuración de un cadáver exquisito vivo y del sonido de la respiración en movimiento de lxs bailarines apoyados por bibliografía, fotografías y videos en donde es posible acceder a la estética, los lenguajes e incluso a algunos movimientos del ballet negro.


Función 1
Katia Castañeda

Collage de una bailarina.


El Ballet Negro de Walter Nicks (Ejercicio de reconstrucción)
Esthel Vogrig

Walter Nicks (1925-2007) fue un coreógrafo estadounidense que forma su primera compañía en México en 1953, luego de haber estudiado con su mentora Katherine Dunham, coreógrafa y antropóloga afroamericana e investigadora de danzas rituales de origen africano. Durante casi diez años, Nicks estudió ballet, danza moderna y danzas rituales en su escuela, donde a veces pasaba Charles Mingus para acompañar las clases.[1]

En lo poco escrito sobre la inauguración, se menciona que la coreografía de esa noche fue hecha por Buñuel. Este dato, que probablemente aparece por primera vez en el libro “Art in Latin America: the modern era, 1820-1980”,[2] no está comprobado, dado que no hay rastro de su fuente. Por otra parte, por los datos y fotos recopilados, no queda duda que muchas de las danzas pertenecían al repertorio de Nicks, y no a una colaboración estrecha con los artistas del museo. En los movimientos se pueden ver claramente los distintos estilos que trabajaba: el jazz, el clásico con referentes modernos y la escenificación de danzas rituales y populares.

Sin embargo, sabemos que para la inauguración se elaboró una nueva coreografía, con el vestuario de Rosa Rolanda Covarrubias y la música de Lan Adomian, donde se nota una estética distinta a la del repertorio del Ballet Negro. Es quizás en este trabajo que podría haber participado Buñuel, aunque parece muy improbable que Buñuel supiera algo de coreografía (o de danza).

Por otra parte, en una plática entre David Miranda y Ana Elene Mallet, sobre el trabajo de Rosa Rolanda[3], se menciona que Mont trajo a Walter Nicks desde Nueva York para inaugurar el museo. Sin embargo, por las reseñas de espectáculos del diario “Cine Mundial”, sabemos que el Ballet Negro se presentó en México en 1953 y 1969, y que Nicks fue reconocido en nuestro país como “mago de la danza” en un artículo del 10 de Mayo del 53[4]. Por lo tanto, podemos suponer que Nicks ya estaba en México antes de la inauguración de El Eco, o por lo menos ya había venido a este país. Quizás Mont vio su ballet en Nueva York y decidió invitarlo a colaborar o, mucho más probable, es que por alguna razón desconocida Nicks decidiera formar su primera compañía en México, y Mont lo invitara luego de ver el Ballet Negro en algún teatro de vaudeville de la ciudad, foros habituales para la compañía, que también participó en un espectáculo con Cantinflas en el Teatro de los Insurgentes[5].

A partir de las fotos , nada nos asegura que todas esas danzas efectivamente acontecieran en el patio del museo: en las fotos no siempre se intuye un movimiento que está sucediendo, ni vemos a ningún espectador observándo. A veces parecen poses para fotos de repertorio. Quizás Marianne Gast o los Hermanos Mayo (autores de las imágenes), tomaron esas fotografías para ayudar a Nicks en la difusión de su trabajo o para promocionar la intención interdisciplinaria del museo[6].

La única danza que podemos asegurar que efectivamente aconteció, fue la que Nicks hizo con la música de Adomian y el vestuario de Rosa Rolanda. Sin embargo, para esta edición de la revista digital, vamos a suponer que todas esas danzas sí acontecieron en el patio del museo ese 7 de septiembre de 1953, y que esos cuerpos bailaron descalzos desde jazz hasta ballet, para luego pasar a unas danzas inspiradas en los rituales africano y concluir con la obra experimental desarrollada específicamente para el evento.
A partir de algunos archivos de trabajos anteriores o posteriores del tan polifacético coreógrafo, es posible imaginar un poco cómo fueron esas danzas.

SWING Y JAZZ EN EL MUSEO


Las poses, los movimientos y el tipo de vestuario que vemos en estas imágenes, resuenan muy directamente con el tipo trabajo de corte jazzístico que Nicks desarrolló posteriormente para acompañar los programas televisivos de Harry Belafonte en 1959 y 1960[7]: movimientos que provienen de una corporalidad influenciada por el jazz, el sabroseo de la fiesta, la picardía del baile, un movimiento sensual desde los hombros, el torso y las caderas.

BALLET Y DANZA MODERNA


Podemos encontrar estilos corográficos parecidos en los pocos archivos disponibles en la web del trabajo de Nicks de corte moderno o neoclásico. Por ejemplo, desde el minuto 47 del mismo especial “Tonight with Belafonte”, o en un programa muy posterior de la televisión sueca en 1971.[8]

DANZAS RITUALES Y POPULARES


En la red no se encuentran videos de Nicks donde podamos ver este tipo de coreografías, pero existe una resonancia estrecha con algunos trabajos de su maestra Katherine Dunham, como en “Ballet Creole” (1952)[9], y “A Carribean Rapsody”[10] (1949).

LA COREOGRAFÍA REALIZADA PARA LA INAUGURACIÓN DEL MUSEO


Las imágenes de la inauguración donde definitivamente aparecen formas estéticas que son distintas al repertorio de Nicks, son las que corresponden al trabajo en el cual participó Rosa Rolanda Covarrubias como diseñadora de vestuario. En el diseño intuimos referencias al minimalismo modernista que tanto apasionaba a varios de los artistas reunidos alrededor del proyecto del museo. Por otra parte, en el podcast “El ruido inconforme” de El Eco, se puede escuchar la música de Lan Adomian[7] que sabemos fue la que acompañó la coreografía de la inauguración.

¿Será cierto que los movimientos rítmicos y sinuosos que intuimos de la foto grupal, se realizaron con la música experimental y abstracta de Adomian? Quizás Nicks hizo un solo con un lenguaje más moderno con esa música, y luego pasó a unas danzas acompañadas de otros ritmos, difícil de saber con la información que contamos. Aún más difícil es saber de dónde emergen estas otras dos fotos, que resultan ser las más misteriosas de la colección. ¿Será que Buñuel efectivamente tuvo algo que ver con la concepción de la coreografía?

E. V.

CITAS:

[1] http://archives.nypl.org/dan/18473#bioghist
https://beenhere.org/2017/07/26/walter-nicks/

[2] Dawn Ades “Art in Latin America: the modern era, 1820-1980” (1989)   https://archive.org/details/artinlatinameric0000ades/page/278/mode/2up?q=walter+nicks

[3] https://www.instagram.com/tv/CAgEbTeDgw_/?hl=es-la

[4] En el libro de Patricia Aulestia “La danza. Hojas de papel volando publicadas en el diario Cine Mundial en los años 1953 a 1963”. (Edición de la autora, México, 2012). (p. 137). El dato de “mago de la danza” la autora lo encuentra en el artículo “Walter Nicks. Magia de la danza” en el diario Cine Mundial con fecha 10 de Mayo 1953.

[5] Según wikipedia “Nicks left the Dunham School in 1953. Forming a small company, “El Ballet Negro de Walter Nicks,” in Mexico, he performed at the Insurgentes Theatre in Mexico City in a production starring Cantinflas; at the Sans Souci in Havana; on television in the Dominican Republic Beach Hotel in San Juan. Also during this period, he spent five months in Hati observing Vodou Dances.” (https://en.wikipedia.org/wiki/Walter_Nicks)

[6] En algunas fotos encontramos escrito que se trata del “Ballet Experimental de El Eco” de lo cual podríamos intuir que quizás hubo una intención de conformar un ballet más experimental en colaboración con Nicks, y esto podría no haber prosperado por la pronta desaparición del proyecto a raíz de la muerte de Mont, o simplemente porque Nicks continuó con la carrera que venía desarrollando, y no duró demasiado tiempo en nuestro país.

[7] https://www.mixcloud.com/museoexperimentalElEco/el-ruido-inconforme-cap%C3%ADtulo-2-lan-adomian-introducci%C3%B3n-y-danza/

El Ballet Negro de Walter Nicks en el libro de de Patricia Aulestia

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Carla Lamoyi
Es artista visual devenida editora/escritora y se considera bailarina amateur. A partir de la investigación en diferentes archivos y la acumulación de imágenes y textos, trabaja sobre la idea de “editar” la historia por medio de la ficción para construir el presente, a través de la escritura, el audio, el dibujo y la acción. Como parte de su labor artística integra junto a Antonio Medina el colectivo editorial independiente FIEBRE Ediciones dedicado a difundir prácticas creativas realizadas en América Latina a partir de los años ochenta.

Coral Montejano Cantoral
Creció en la Ciudad de México. Le interesan los procesos artísticos experimentales donde el propio cuerpo se revela como esencial. Le emociona improvisar bailando y sentir el movimiento. Plantea la danza y la coreografía en diálogo con las artes visuales, el performance y la escritura. Le atraviesan la historia de las luchas de las mujeres. Aborda su práctica desde un “yo” colectivo y con otres.
Apuesta por habitar otros mundos.

Edgar Pol
Respondo al nombre de “toto”. soy buscadorx de movimiento a través de la performance, la danza, el baile y la fiesta. Historiadorx del arte interesadx en las historias que no se han contado, especialmente las historias cuir. Actualmente radico en la perla tapatía desde donde desarrollo exploraciones de movimiento con un grupo de bailarines del centro de formación dancística “the move center”

Katia Castañeda
Creadora escénica de proyectos individuales y colaborativos que involucran el cuerpo, el movimiento y el espacio. Se interesa en explorar y reflexionar a partir del cuerpo distintas relaciones con el lenguaje y los otros. Se dedica últimamente a la coreografía y el espacio público.

Esthel Vogrig
Su trabajo transita entre la coreografía expandida, el video experimental y los procesos colaborativos, con un enfoque en prácticas artísticas y pedagógicas que faciliten la simbiosis de ideas y la construcción de significado en los espacios intermedios entre saberes, medios y personas involucradas. Es parte de La Liga Tensa, Los Vecinos del Ritmo y el Colectivo A.M. Actualmente desarrolla un proceso de investigación-creación sobre etnografías híbridas en el cruce entre arte y antropología, para conocer y acompañar procesos de resistencia y de re-existencia.


Memoria especulativa de los cuerpos que bailan