La perla de la ostra
Las mejores historias son las que se cuentan desde las fibras más personales, pues en lo particular resuena lo universal. Buscando ampliar las voces que se escuchan en el horizonte del cine internacional, el director Carlos Reygadas (Ciudad de México, 1971) tenía una idea muy específica del tipo de cinematografía que buscaba realizar. Acompañar el proceso creativo de uno de los cineastas más célebres de México en la actualidad, es una fuerza como el hambre, como la sed.
Jean Cocteau retrata en La sangre de un poeta, un escenario donde su alter ego caminaría por el corredor de un hotel, y detrás de cada una de las diferentes puertas encontraría aquello que lo ha convertido en quien es… Podríamos echar un vistazo y traspasar algunas de estas puertas. Sin embargo, esto no significa que encontraremos aquello que estamos buscando. Pero la búsqueda posiblemente puede darnos algunas piezas sueltas para ese peculiar rompecabezas llamado cine.
A finales de los años noventa, Carlos Reygadas dejó su trabajo como abogado para dedicarse al cine. Parecía haber olvidado la idea de dedicarse al Servicio Exterior Mexicano. En su obra hay constantes que tienen que ver con sus preocupaciones políticas y sociales. Habla de la relación personal con su país. La dualidad hombre-mujer está siempre presente como fuerzas que se atraen y se repelen con ímpetu vertiginoso. En conflicto, casi siempre en silencio. Se ha convertido en un narrador, es un observador de las diferentes venas sociales y de la compleja manera de relacionarse entre sí. Sin tabúes, brutalmente franco.
Cuando se muestra una película se es culpable del engaño. Pues se utiliza un aparato construido con la finalidad de tomar ventaja de cierta debilidad humana. Es pues… como ejecutar un truco con un mecanismo hecho para un conjuro, tan caro y precioso que cualquier artista en la Historia hubiese dado lo que fuese para poseerlo o hacer uso de él.
¿Existe en algún metraje de película filmado algo que tenga significado para el futuro, una sola línea, una sola situación que sea completa y absolutamente real?
Su obra: cinco películas y varios cortometrajes, se ha realizado lejos de los estándares oficiales de Hollywood y sus estudios; construye un cine preciso, agudo en sus señalamientos y con diversos niveles interpretativos en su narrativa.
En constante cambio, siempre con inquietudes que reaparecen, escribió su última película; la produjo, la dirigió y la protagonizó junto a su familia. Es un pintor que va construyendo cada una de las partes de la imagen. Al revisar sus storyboards, inclusive los sucesos que parecen más incidentales están minuciosamente planeados. Es un artista que hace cine. Un artesano y un artista que sabe cómo cincelar la piedra con caras y figuras.
Creo que está obsesionado con la luz.
Gabriel Escalante
*Imagen superior: En el set de Nuestro Tiempo, 2016