Pabellón Eco 2023 | Concursantes
En respuesta a la convocatoria abierta para el Pabellón Eco 2023 se recibieron 172 registros de 16 estados de la República y 3 países. A partir de la revisión de todos los portafolios de la primera fase, el Comité Técnico seleccionó siete equipos de trabajo:
· LOCUS
· COSA
· Materia Prima + [entre escalas] + VIA
· VERTEBRAL
· Armando Pandolfi + Tamara Campos + Amel Kadic + Jean Viton
· Palma + Vapaa Collective
· OCIO + Bianchi Majer + Angélica Pena + Nicolás Guzmán + Andrés Lira
El Museo Experimental el Eco lanzó cuatro preguntas a los siete equipos días después de haber entregado su propuesta. A continuación compartimos sus respuestas.
LOCUS
- ¿Qué consideraciones tomaron para formar el equipo con el que participan?
La estructura de nuestro estudio es sólida y hace posible abordar problemas complejos desde una perspectiva crítica para alcanzar soluciones acertadas. Somos un equipo unido con conciencias, compromisos y pertenencias complementarias, colectivas y asumidas. Esta condición nos permite estar enfocados en el proceso de trabajo y expandir las posibilidades de interpretación, conceptualización y ejecución de los proyectos.
- ¿Qué tipo de experiencia desean para los visitantes de su proyecto?
El proyecto invita a que las personas tomen conciencia del impacto de su existencia en el mundo a partir de su corporalidad y la acción gravitatoria de su propio peso. El equilibrio que presenta la plataforma en su estado inicial se ve subvertido con la interacción de las personas y con el cambio de configuración de los objetos móviles que, a manera de piezas en un tablero de ajedrez, tienen la capacidad de accionar múltiples escenarios. La condición dinámica de continuo (re)equilibrio que presenta la plataforma permite activar nuevas relaciones espaciales en el patio al revelar materialidades ocultas y posicionamientos a diversas alturas.
- ¿Cómo aborda su propuesta las ideas de crisis y tiempo?
La propuesta responde a los conceptos de tiempo y crisis desde la experiencia física del (des)equilibrio, haciendo tangible el impacto de cada interacción menor sobre el sistema mayor. La crisis se manifiesta constantemente en el tiempo de uso de la instalación; transitando de la metáfora a la demostración de los 16 puntos de inflexión ecosistémica representados por 16 objetos. Solamente mediante la cooperación y el acuerdo colectivo se puede llegar a recuperar el estado de equilibrio de la plataforma, invitando a los usuarios a reaccionar de maneras creativas ante el desequilibrio constante del patio.
- ¿Qué cualidades arquitectónicas les interesa subrayar para el PABELLÓN ECO 2023?
El proyecto se integra con delicadeza a las condiciones arquitectónicas del Museo del Eco, mimetizando su geometría a las funciones, comportamientos y pertenencias de su patio. La instalación se hace evidente al momento en el que el usuario la hace entrar en acción. Las materialidades de la plataforma y sus bordes, madera carbonizada y destellos dorados, rinden homenaje a la imaginación plástica de Mathias Goeritz y se identifican en la continuidad a su arquitectura emocional.
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COSA
- ¿Qué consideraciones tomaron para formar el equipo con el que participan?
La decisión de colaborar surgió de manera muy natural, principalmente a partir de conversaciones que hemos tenido tanto recientemente como desde hace algunos años. Los tres nos encontramos estudiando programas de posgrado en la misma Universidad en Estados Unidos. Andrés y Matthew trabajaron en la misma oficina por varios años y eventualmente decidieron crear COSA en 2020 como un espacio interdisciplinario abierto a diferentes colaboraciones. Antes de ir a estudiar la maestría y el doctorado, respectivamente, coincidieron con Alberto, cuya investigación se relaciona con cuestiones ecológicas. Rápidamente las conversaciones se centraron en un interés común sobre la historia, las consecuencias de la modernidad y la globalización en el día a día, reflejados en la cultura material de la Ciudad de México. Esta categoría implica claramente a la arquitectura, pero también a otros campos. Alberto propuso una colaboración conjunta para el concurso del Pabellón Eco 2023, lo cual sirvió como un espacio para profundizar en esas ideas.
- ¿Qué tipo de experiencia desean para los visitantes de su proyecto?
Creemos que el espacio será sumamente poderoso, e incluso bello, con los elementos constructivos expuestos, esperando que los visitantes lo consideren como tal. Sospechamos que parte del público podrá experimentar la intervención de manera visceral, una especie de disonancia o malestar debido a la transformación del espacio. Se podrá especular que la propuesta transgrede aquellas condiciones del patio que lo hacen culturalmente valioso, o que simplemente la propuesta no se ajusta a lo esperado de un pabellón arquitectónico típico. Si la premisa de Goeritz parte de que la generación de emoción a través de la experiencia estética tiene el potencial para instaurar una política moderna alternativa (al funcionalismo), las respuestas emocionales provocadas por la intervención propuesta, tanto positivas como negativas, podrían considerarse igual de propositivas.
Consideramos importante para la presente convocatoria, proponer una intervención que cimbrara la imagen familiar que tenemos sobre el museo. Un acto que podría percibirse como una amenaza al patrimonio cultural, pero que es en realidad, un fenómeno que ya ha ocurrido anteriormente mediante las readaptaciones, restauraciones y regímenes de mantenimiento que el espacio ha experimentado a lo largo de sus siete décadas. La intervención busca iniciar una conversación que interroga el origen del valor que se le ha asignado a dicho espacio (así como a otros), sobre cuales son aquellos aspectos de nuestro ambiente construido que pueden/deben ser preservados o reproducidos, sobre lo qué elegimos recordar y cuestiona las estrategias que usamos para crear e incidir, en medio de un contexto contemporáneo de urgente crisis cultural, social y medioambiental.
- ¿Cómo aborda su propuesta las ideas de crisis y tiempo?
La meta era hacer evidente, con un solo gesto, la asimetría que existe entre el valor asignado a la cultura visual sobre la cultura material, y la enorme influencia que dicho desbalance genera en el discurso arquitectónico contemporáneo. La construcción como actividad humana, está basada en procesos de extracción, desecho, creación y conservación. Consideramos que es un error asumirla como un proceso neutral en relación a las condiciones ambientales, políticas y sociales.
En lugar de diseñar otro objeto para el patio, nuestro objetivo era simplemente amplificar los aspectos del espacio que se han ocultado a través de sus intervenciones históricas; visibilizar dichos procesos momentáneamente, al exponer las cualidades palimpsésticas de los muros. Nada que podamos proponer puede cambiar fundamentalmente los problemas de la crisis contemporánea, pero consideramos interesante incentivar un diálogo que aborde dichas condiciones tangencialmente. La propuesta no es tipológicamente un pabellón, es una acción. El exhibir el material que caracteriza al espacio tanto como desecho y como mecanismo para regresar a el patio a su estado canonizado, resuena como el acto repetitivo de demolición y construcción que componen a los procesos de urbanización que son parte del antropoceno.
- ¿Qué cualidades arquitectónicas les interesa subrayar para el PABELLÓN ECO 2023?
Sabemos que en la Ciudad de México, fundada sobre múltiples capas históricas, difícilmente existe la condición de tabula rasa. Como en muchas otras construcciones en la ciudad, El Eco incorporó elementos de una edificación preexistente durante su construcción; muros colindantes que fueron elevados, un segundo ventanal al patio que posteriormente fue cancelado. Especulamos que el plano del museo que hoy en día puede considerarse icónico, pudo haber sido improvisado y modificado durante el proceso de obra. Las fotos de la construcción tomadas por Marianne Goeritz son testigo de dichos procesos, una herramienta que evidencia la compleja historia del lugar como un experimento escultórico.
Actualmente el aplanado oculta décadas de reparaciones, adiciones y readaptaciones. Consideramos que dichas intervenciones, a pesar de no ser parte del concepto inicial para el espacio, ni pertenecer a la narrativa contemporánea que prevalece alrededor del mismo, son sumamente valiosas, por ser reales. Una de las convicciones que condujo nuestra propuesta es que creemos que los objetos (incluidos los edificios) tienen una vida que inevitablemente escapa a las ambiciones de sus autores. Queremos hacer visible una pausa de la imagen monolítica que actualmente caracteriza al espacio existente, exponiendo el proceso de adición de múltiples capas y gestos heterogéneos, que comunican una expresión acumulativa y colectiva.
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Materia Prima + [entre escalas] + VIA
- ¿Qué consideraciones tomaron para formar el equipo con el que participan?
Nos pareció oportuno armar un equipo de trabajo complementar dónde la investigación teórica, la experiencia con la práctica arquitectónica y la representación gráfica fueran sobrepuestas en todo el proceso de desarrollo de la propuesta.
- ¿Qué tipo de experiencia desean para los visitantes de su proyecto?
Hace mucho tiempo ya que abandonamos el neolítico, y nos descubrimos en un futuro más apocalíptico de lo que pensábamos, que diría Platón acerca de la humanidad en el siglo XXI.
¿Habremos ya salido de la cueva?
Contrario a lo evidente esta cueva no es el resultado de una búsqueda primigenia. Esta caverna es un umbral. Un pasaje a otros mundos, una nueva forma de ver y sentir. La cueva en este caso sirve como metáfora de procesos de representación no sólo por la unidad de la piedra, cuyos 2 lados están perfectamente careados pero por el contrario sus otras caras las dejamos con una superficie propia de su materialidad. Este cueva es un dibujo expandido, una textura gigante que alude a lo interior, a lo más profundo del pensamiento humano, como alegoría también de todo lo desconocido y al mismo tiempo es una montaña que habla del horizonte, de un paisaje que puede ser habitado. Convocamos a todos a sostener un encuentro espacial con el patio invitándolos a entrar en la cueva, como este templo abstracto que puede ser transitado.
- ¿Cómo aborda su propuesta las ideas de crisis y tiempo?
La cueva no es nada sin el suelo que la sostiene. Esta tierra desde donde nos desplantamos es una metáfora de nuestro presente, esta tierra árida representa esa materia inerte en la que nos hemos convertido. Su forma física de arena agrietada nos pone a pensar en el futuro que llegó en forma de crisis climática, su ontología es más compleja, tanto por sus conexiones con la agencia humana cómo por su terrible paradoja en la que el ser humano ha alcanzado tal avance científico y tecnológico que es directamente proporcional a su desconexión con la tierra y el medio que nos rodea. La revolución ya sucedió y los acontecimientos con los que tenemos que lidiar no están en el futuro, sino en nuestro presente, hagamos lo que hagamos, la amenaza permanecerá con nosotros durante siglos.
- ¿Qué cualidades arquitectónicas les interesa subrayar para el PABELLÓN ECO 2023?
Nuestra propuesta para el Pabellón Eco 2023 se compone de dos elementos:
piedra / materia
tierra / tiempo
La materialidad del elemento arquitectónico que está ubicado en el centro del patio esta formado por 1200 piedras toba color rosa de 20x20x80 cm con dos caras perfectamente alineadas mientras que las otras cuatro quedarían en su forma original, permitiendo el juego de luz al interior de la cueva, y apiladas en 11 niveles escalonados de manera natural una sobre otra hasta formar, lo que podríamos llamar un arco falso, en el que vas a poder transitar al interior, teniendo al final una especie de grieta/visual. La propuesta para el piso del patio es cubrirlo con una mezcla de tierra y agua en un primer momento, que con el paso del tiempo se secará y creará grietas en su superficie, creando una textura que nos habla también del paso del tiempo.
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VERTEBRAL
- ¿Qué consideraciones tomaron para formar el equipo con el que participan?
El patio del Eco ha sido usualmente intervenido por propuestas individuales. Para esta edición comprendimos que además de generar un espacio arquitectónico, poético y formal, se buscaba la formación de un colectivo con el cual desde distintas perspectivas se abordaran los temas del tiempo, la memoria, la crisis y el Antropoceno. Buscamos elegir colaboradores con los cuales, desde diversos polos (el arte, la arqueología, la mirada estudiantil), pudiéramos ahondar y crecer nuestra perspectiva de manera horizontal, transformando rizomáticamente el pensamiento colectivo del equipo en torno a las preguntas planteadas por Gabriela Carrillo. Es entonces que Olga Micha, (fundadora de ÑÚ – curadora, escritora y galerista), Francisco Regalado (fundador de LAAA – investigador arquitecto y arqueólogo) junto con Aleksandra Kordus y Jimena Quintana (estudiantes de arquitectura) fueron invitad@s a participar con el equipo de VERTEBRAL para construir un colectivo que responda y proponga de manera contundente y creativa la intervención para la edición del Pabellón Eco 2023.
- ¿Qué cualidades arquitectónicas les interesa subrayar para el PABELLÓN ECO 2023?
El gesto propuesto es el del descubrimiento y la apertura de espacios preexistentes más allá de la creación de nuevos sitios. Consideramos que el patio ya está ocupado por su propio vacío, por la torre amarilla, por el sonido de la ciudad y la jacaranda que se abre sobre el espacio. Intersticio busca generar un ejercicio de introspección y pausa. De contemplación y sensibilización. Un espacio autorreferencial; una mirada al museo mismo que se espejea con quien la experimenta.
Reflexionando en torno al Antropoceno y al desmesurado consumo de los recursos naturales del planeta, nos propusimos lograr una intervención mínima en el espacio y que ocupara la mitad del presupuesto. Pensando en la crisis contemporánea y sus posibles soluciones, buscamos generar un gesto sutil pero contundente, de la misma manera en que la sensibilización y la reflexión pueden provocar enormes cambios.
- ¿Cómo aborda su propuesta las ideas de crisis y tiempo?
Pensamos que la crisis siempre resulta de una desconexión. La crisis contemporánea es el resultado de la desconexión del ser humano no sólo con su entorno, sino consigo mismo. El Antropoceno es la forma en que se ha evidenciado esta separación; el residuo de una intención que se bifurcó de sí misma y se perdió en el vacío. El consumo desmesurado del mundo es el resultado de las narrativas concéntricas al Hombre y su Historia, a través las cuales se refleja el intento por enfrentar su mayor amenaza: el tiempo. Aunque la Historia ha justificado la subordinación de los recursos naturales para los fines del Hombre, le ha escindido de su deseo original. Ahora, un tiempo arrítmico y voraz, más descontrolado y acelerado que nunca, amenaza su existencia, delimitando aún más el espacio para su desarrollo.
Pensamos que, para poder realmente empezar a confrontar la crisis, es necesario abrirle espacio a la introspección; devolver la mirada al vacío inherente a la condición humana: la falta de control, la distancia entre el ser y su existencia, y el rol en el tiempo como proceso y no como fin. Es a partir de la reflexión y sensibilización individual que se puede actuar colectivamente para enfrentar la crisis. La colectividad como conjunto de individualidades que se sensibilizan y actúan en torno a un fin común. La pausa y el vacío como espacio fértil para generar la acción y el cambio.
Creemos que la narrativa es la herramienta más potente para formar, deformar y cambiar la historia, tanto pasada como futura. Con este espacio, queremos recordarle al arte tanto su potencia como su responsabilidad narrativa para lograr sensibilizar a través de la interpretación personal. Apelar al cambio colectivo a través de la experiencia individual. Habitar el intersticio donde el ser se separa de sí mismo para, desde allí, afrontar la crisis y usar su potencia creativa para re-entramarse en el devenir de la vida, que es lo que construye el tiempo.
- ¿Qué tipo de experiencia desean para los visitantes de su proyecto?
Como ejercicio poético, con este espacio queremos desdoblar metafóricamente la experiencia a la que se confronta el ser en el tiempo. Una apertura mínima aparece en la torre para encontrar en su interior un espacio al que sólo se puede acceder de manera individual. Un espacio que exige una pausa para que el ojo se adapte a la oscuridad, las pupilas se dilaten y el umbral entre estos dos espacios se convierta en un haz de luz vertical que lentamente revela el vacío. El espacio desemboca en otro espacio dentro de su misma estructura, al cual no se puede acceder más que con la mirada. En el silencio de la experiencia individual se descubre el goteo constante del agua que cae dentro y acompaña los tiempos que la habitan.
Intersticio es un espacio que no puede visualizarse realmente sin llevarlo a cabo, ni tampoco puede imaginarse sin realmente experimentarlo. Debido a sus condiciones y dimensiones, es imposible ilustrarlo fidedignamente a través de renders, maquetas o dibujos. Desde nuestra perspectiva, el límite que condiciona a nuestro proyecto al no poder compartirse mediante ilustraciones o registros, lo vuelve aún más pertinente con la forma y el fin del museo. Es a través de la abstracción y la perspectiva que se apela a las emociones para que a través de ellas habitemos la arquitectura. Es a partir de la experiencia individual e intransmisible que surgen tanto la necesidad de la creación como la posibilidad de la interpretación; el puente que nos permite devenir en el tiempo, encontrándonos y multiplicándonos en otros.
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Armando Pandolfi + Tamara Campos + Amel Kadic + Jean Viton
- ¿Qué consideraciones tomaron para formar el equipo con el que participan?
El equipo se formó con base a las líneas de trabajo e investigación de cada integrante, por la relación cercana y el lugar en el que coinciden.
El interés del arquitecto Armando O. Pandolfi por desarrollar una propuesta a partir de la tierra y la erosión, lo llevó a invitar a colaborar a los bio-constructores Amel Kadic y Jean Viton por su experiencia con este material; para el desarrollo conceptual de la línea curatorial y de la obra, se invitó a la historiadora del arte Tamara Campos, por sus líneas de investigación en torno a las configuraciones espaciales y metodología de la imagen indígena.
- ¿Qué tipo de experiencia desean para los visitantes de su proyecto?
Humanum busca una experiencia sensorial dada a través de una instalación dinámica en constaste transformación. Se concibe desde el material y sus ciclos, que permiten sentir el paso del tiempo, la impermanencia y la transitoriedad.
Para lograrlo, la obra se constituye a partir de cuatro cuerpos de tierra que están en continua erosión por la lluvia y el viento, en contraste, en su interior albergan distintas experiencias espaciales para contemplar la oscuridad, la luz, el agua, el cielo. En ese sentido, Humanum crea una experiencia espacial y temporal que surge por el contraste dado entre la ruina y el refugio.
Al final de la instalación, los cuerpos de tierra desgatados serán transformados en una nueva forma de existencia, esta acción convierte el patio del museo de un espacio de exposición, a un centro de producción de adobes y aprendizajes. El acomodo de las piezas de barro para su secado, crea una segunda instalación efímera que surge desde la colectividad, lo que ofrece una nueva experiencia a partir del mismo material.
- ¿Cómo aborda su propuesta las ideas de crisis y tiempo?
Las ideas de crisis y tiempo se abordan a partir de los paisajes en ruinas y de la erosión como memoria del tiempo, y de cómo estos pueden volver a ser hospitalarios para la vida. Con esta aproximación lo que se busca es establecer un diálogo y una postura crítica desde la arquitectura contemporánea, que evite la idealización de la relación hombre-natulareza o caer en una mirada escatológica.
Para su desarrollo conceptual se tomaron en cuenta tres figuras. La primera, es el concepto de ruina desarrollado por la antropóloga Anna Tsing, el cual tiene que ver con los desechos y residuos en los paisajes en crisis que ha dejado el capitalismo; la segunda, es la idea de refugio planteado por la bióloga, filósofa y zoóloga Donna Haraway, que implica la necesidad de pensar en nuevas formas imaginables y posibles para crear espacios de resguardo en el Antropoceno; y la tercera, es la figura del desierto propuesta por la filósofa, antropóloga y cineasta Elizabeth Povinelli, como aquel espacio donde las cosas percibidas y concebidas como muertas, sin un uso aparente, vuelven a ser hospitalarias para la vida siendo una forma diferente de existencia.
- ¿Qué cualidades arquitectónicas les interesa subrayar para el PABELLÓN ECO 2023?
La impermanencia, la transitoriedad y la transformación expresadas desde la materialidad.
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Palma + Vapaa Collective
- ¿Qué consideraciones tomaron para formar el equipo con el que participan?
En Palma continuamente buscamos colaboraciones con otros estudios. En los últimos años se ha convertido en parte de la metodología y del día a día en el estudio. Fue justamente a través de un proyecto colaborativo, que formó parte de un festival de arquitectura en el norte de España, en donde conocimos el trabajo de Vapaa Collective, un estudio finlandes que de forma multidisciplinar examina el papel que desempeñan los arquitectos en la configuración de una vida sostenible en la era de la crisis climática. Fueron recientemente premiadas con el Premio Bryggman para jóvenes arquitectos, y pre-seleccionadas para representar a Finlandia en la Bienal de Venecia.
Fue durante dicho festival, en donde las instalaciones efímeras de ambos estudios sirvieron como catalizador para diversas conversaciones estimulantes acerca de nuestras prácticas y los temas que nos interesa traer a la mesa como diseñadoras jóvenes. Para esta convocatoria nos pareció que podíamos complementarnos y trabajar en una propuesta discursiva y tectónicamente potente.
- ¿Qué tipo de experiencia desean para los visitantes de su proyecto?
Paisajes antropocénicos es una instalación a priori imperceptible. Un suelo que bajo su apariencia estática y robusta se revela delicado y quebradizo y en el que cada acción visibiliza una reacción, convirtiéndose en un juego colectivo donde cada quiebre es la causa de nuevas alteraciones sin vuelta atrás. Un suelo aparentemente inalterado y neutro que acumula bajo sí mismo la memoria de su propio pasado.
Es una reflexión sobre las consecuencias de cada acción, de cada paso. Nos pone frente a la imposibilidad de retorno para que pensemos en las múltiples posibilidades de futuro desde el reconocimiento de la absoluta fragilidad de nuestro presente.
Nuestro objetivo es lograr una experiencia que en concordancia con nuestro tiempo, sea a la vez inquietante y esperanzadora. Invitando a la reflexión desde la acción de un modo lúdico.
- ¿Cómo aborda su propuesta las ideas de crisis y tiempo?
Desde la fragilidad. Nos interesa que los visitantes jueguen y hagan las paces con la precariedad y la absoluta vulnerabilidad frente a lo(s) otro(s). Para entonces accionar desde una actitud más humilde y ralentizada.
El tiempo se aborda desde dos frentes, el primero es haciendo guiños a vidas pasadas del patio a modo de palimpsesto, por otro lado, nos interesaba proponer una instalación que se aleja de la fetichización del pabellón como tipología. No es un objeto congelado, es una instalación viva que se despliega en el tiempo –activada por el visitante; vulnerable frente a la lluvia, el sol, el viento– que nos invita a permanecer en ella, a interactuar con ella; que nos hace partícipes de su propio devenir.
- ¿Qué cualidades arquitectónicas les interesa subrayar para el PABELLÓN ECO 2023?
Ambos estudios creemos que es esencial evitar la generación de desechos y el desperdicio de recursos en este tipo de proyectos efímeros. En este caso trabajamos con un proceso circular, en donde el material al ser reutilizable, permite un mejor aprovechamiento y distribución del presupuesto asignado, priorizando sobre el objeto arquitectónico, la correcta remuneración de los trabajadores que materializan el proyecto y de los estudios que trabajan en su diseño.
También quisimos permitirnos mostrar cualidades con las que normalmente luchamos como arquitectos, como la fragilidad del material. Como un ejemplo, presupuestamos 3,900 tabiques, pidiéndole al artesano que estos, pudieran deteriorarse y romperse para posteriormente volver a su estado de tierra.
Una tercera cualidad que podríamos destacar es la sutileza del proyecto, la propuesta comienza silenciosamente para después ser moldeada y transformada desde lo colectivo dejando la figura hegemónica del arquitecto en segundo plano.
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OCIO + Bianchi Majer + Nicolás Guzmán + Angélica Pena + Andrés Lira
- ¿Qué consideraciones tomaron para formar el equipo con el que participan?
Somos un grupo de amigxs que buscamos en espacios como este, una oportunidad para divertirnos. Convocamos a personas con distintos perfiles que pudieran aportar de manera cualitativa y epistemológica al proyecto. Si bien se trata de un proyecto arquitectónico, o en principio así se plantea en la convocatoria, en realidad rebasa las fronteras de la arquitectura vista como una unidad discreta y estática, anclada a la historia. De esta forma fue que consideramos la participación de una filósofa, un pintor-filosófico-cotorro, y un biólogo a un equipo de 5 arquitectxs.
- ¿Qué tipo de experiencia desean para los visitantes de su proyecto?
Atraer a través de los sentidos, primero la vista, con la presencia de un objeto suspendido, expuesto a la gravedad que lo hace elevarse o caer para contraer y dilatar el espacio al ritmo del peso acumulado, en seguida el tacto que transmite el frescor de la sombra o el borde del telar. Proponemos una experiencia temporal contemplativa, transitar el instante. El espacio que se genera, donde los elementos x, y, z confluyen sin tocar el piso del patio, se determina por las interacciones meteorológicas y la posibilidad de hacer una lectura lúdica en lo temporal, arriba, abajo. Lo temporal como una impresión del impacto de los elementos de la naturaleza y el ser humano en la realidad concreta del patio.
- ¿Cómo aborda su propuesta las ideas de crisis y tiempo?
Dispusimos elementos que recuperen la circularidad del tiempo e impriman el cambio, esto visto a través de materiales sensibles a captar elementos del ambiente tanto abióticos (agua, polvos, sedimentos) como bióticos (esporas, semillas, hojas), los cuales se acumularán y progresarán bajo procesos de sucesión ecológica perceptibles al ojo humano.
La crisis se expresa en el mutación del sistema, por ejemplo la saturación producto del agua que provoca el desbalance temporal o el desgaste del telar, este proceso permite experimentar la degradación del material, nada es impune al tiempo, todo ha cambiado, cambia y cambiará.
- ¿Qué cualidades arquitectónicas les interesa subrayar para el PABELLÓN ECO 2023?
El Cuenco es una instalación que compone con la preexistencia, no interfiere con el patio y construye una sombra.
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