Por periodo vacacional de la UNAM, el museo permanecerá cerrado del 25 de marzo al 1 de abril.
Reanudamos actividades el martes 2 de abril en horario habitual.

Intemperie

Exposición
26 enero, 2012
Intemperie
Pablo Vargas Lugo
Enero 26 – Marzo 25, 2012
Curaduría: Paola Santoscoy
Intemperie, Museo Experimental el Eco, 2012. Fotografía de Ramiro Chaves.

Dejar algo a la intemperie significa dejarlo al descubierto, expuesto. Intemperie es una obra realizada por Pablo Vargas Lugo expresamente para el Museo Experimental el Eco que se compone de dos partes: una delicada alfombra emplazada en el interior del museo hecha a base de polvo de mármol y pigmentos, y una gran cortina de líneas verticales que cubre el ventanal que separa el interior del patio exterior. Tanto la alfombra como la cortina establecen un diálogo con este espacio desde aquello que nos es familiar, o al menos aparenta serlo, pues a primera vista ambos elementos parecieran pertenecer más a un ámbito doméstico que museístico. La sensación de disociación que esto provoca nos coloca ante un enigma. 

Intemperie, Museo Experimental el Eco, 2012. Fotografía de Ramiro Chaves.

El tipo de alfombra elegida por el artista para ser reproducida tiene además de una referencia doméstica, una carga exótica en nuestro imaginario y nuestro contexto. Se trata de una alfombra turcomana de motivos florales estilizados; históricamente producidas y utilizadas por tribus nómadas en estas regiones del mundo, las alfombras cumplían una doble función, práctica y simbólica. Hoy día estamos acostumbrados a verlas en casas como un elemento decorativo arrancado de su origen, que paradójicamente ha adquirido peso como un símbolo de status y confort doméstico. La técnica aplicada para la elaboración de esta alfombra en el Eco es la misma que se utiliza para los mándalas tibetanos para meditación, que se destruyen después de terminados. Se trata de una técnica y forma que Vargas Lugo ya ha utilizado en piezas anteriores, como es el caso de Hamadryas Guatemalena Marmarice Mandala (2007), un mandala que sigue el diseño de las alas de una mariposa. Aquí se mantiene una referencia al mandala como proceso meditativo de creación, que al ser aplicado a un objeto decorativo y de lujo expande la noción de aquello que podemos considerar una imagen de la psique.

Intemperie, Museo Experimental el Eco, 2012. Fotografía de Ramiro Chaves.
Intemperie, Museo Experimental el Eco, 2012. Fotografía de Ramiro Chaves.

Los vidrios del ventanal en cruz, característicos del edificio construido por Mathias Goeritz, han sido removidos a petición del artista en un gesto que está lejos de ser una afrenta de corte conceptual ligada al discurso de la crítica institucional. En cambio, la ausencia de los vidrios transforma el espacio a nivel atmosférico y convierte este umbral en un motivo arquitectónico con implicaciones metafóricas. La luminosidad es otra y el viento penetra enteramente el espacio creando una apenas perceptible corriente de aire que se encargará de ir erosionando la alfombra-mandala durante el tiempo de la exhibición, haciendo visible el paso del tiempo. 

Intemperie, Museo Experimental el Eco, 2012. Fotografía de Ramiro Chaves.

Por otro lado, la cortina que ahora cubre el marco de metal es una cita directa a la obra Senza titolo (1980) del artista Gino de Dominicis (1947-1998); una instalación de barrotes que bloquean un espacio pintado de blanco simulando una celda de la cual dos de los barrotes han sido forzados. Esta abertura, ausente en la cortina, violenta aquello que ya era violento inicialmente y retrata con humor a esta figura que se caracterizó por mantener siempre cierto grado de excentricidad en su relación con el mundo del arte. El interés de Vargas Lugo por la obra de de Dominicis se da por la vía del misterio, una noción muy presente en el trabajo de este artista italiano y en la de Vargas Lugo. Éste último nos presenta no una reja sino la ilusión de una reja que sugiere un encierro, vulnerado por la intrusión de los elementos. 

Intemperie, Museo Experimental el Eco, 2012. Fotografía de Ramiro Chaves.

En un texto de 1938 titulado The Sacred in Everyday Life (Lo sagrado en lo cotidiano), el escritor y etnógrafo francés asociado con el surrealismo Michel Leiris (1901-1990) se aventura a elaborar un discernimiento entre lo profano y lo sagrado. Esto último dirigido hacia la exploración de esta cuestión desde un punto de vista estrictamente personal, es decir, diferenciándolo de aquello que se considera lo oficialmente sagrado (la religión, la patria, la moral). Tal es así que lo primero con lo que se enfrenta el lector en este ensayo es la siguiente pregunta: “¿Qué es para mi lo sagrado? ¿Y para ser más exacto: en qué consiste aquello que es sagrado para mi?”. A través de un conmovedor recuento de memorias de objetos, lugares y situaciones de la infancia, Leiris indaga en las entrañas de aquel especial sentimiento que describe como una mezcla muy particular entre miedo y apego, atracción y peligro, entre algo valorado y excluido simultáneamente—esa combinación de respeto, deseo y terror que identificamos como la muestra sicológica de lo sagrado.

Intemperie, Museo Experimental el Eco, 2012. Fotografía de Ramiro Chaves.

Para Leiris lo sagrado siempre guarda algo de misterio. Las obras de Pablo Vargas Lugo están cargadas de significados ocultos que se alojan en distintos terrenos de nuestra psique de forma simultánea; operan en el territorio de lo sagrado en el sentido del que habla Leiris activando un mundo de revelaciones o pequeños descubrimientos (como el darse cuenta que la alfombra está hecha de polvo y no de lana tejida) que minan aquellas definiciones que pensamos carecen de ambigüedad. Me atrevería a decir que en el caso específico de Intemperie también hay presente una cierta afinidad con las ideas de Mathias Goeritz relativas a la arquitectura emocional, que en este caso se manifiestan en una experiencia onírica y contemplativa. De la misma forma que el medio ambiente se convierte en parte de esta obra al protagonizar la erosión de la alfombra, quien se adentra en este espacio, quien contempla lo que ahí ocurre y atraviesa este umbral, es ya inevitablemente parte del enigma. 

Paola Santoscoy

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Pablo Vargas Lugo. (Ciudad de México, 1968) Vive y trabaja en la Ciudad de México. Estudió artes visuales en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM. Su trabajo toma elementos de diversas disciplinas como la astronomía, la cartografía o la arqueología. A través de dibujos, esculturas, pinturas e instalaciones desarrolla juegos visuales y conceptuales que refieren al lenguaje, a las convenciones de ciertos sistemas de medición, y a tradiciones milenarias. Su obra se ha exhibido en la 26ª Bienal de Sao Paulo y la 5ª Bienal del Mercosur, y en instituciones como el Centro de arte Reina Sofía ,Madrid; PS1 ,Nueva York, UCLA Hammer Museum ,Los Angeles, OPA en Guadalajara y el Museo Universitario de Arte Contemporáneo en la Ciudad de México, entre muchas otras. Es miembro del Sistema Nacional de Creadores del FONCA.

Pablo Vargas Lugo es representado por LABOR,  en la Ciudad de México.


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