
La Barra Eco revive el espíritu social de Daniel Mont, y alude a la historia del museo como restaurante-bar y cabaret, así como la influencia dadaísta en Mathias Goeritz y el mítico Cabaret Voltaire. El museo invita a artistas a ser anfitriones, organizadores o actores de estas reuniones privadas en el Bar del museo.

El Eco era una fiesta y la Habana también a cargo de los artistas Andrea Ferreyra y Héctor Bialoztosky, evoca una isla en los años cincuenta, rindiendo homenaje a personajes de aquella década como Hemingway, Daniel Mont y Mathias Goeritz.
