En 2021 el Museo Experimental el Eco invitó a ORU a editar el número final del año para su revista digital. En este contexto, la propuesta editorial del equipo de especialistas gira en torno a “pensar la ciudad como si la pensara Mathias Goeritz, apelando a lo emocional y expandiendo la expresión artística a lo cotidiano e infraestructural como posibilidad para concientizar y visibilizar respecto a nuestra relación con el medio ambiente”[1]. Gracias al intercambio de ideas y preguntas entre el grupo de colaboradores invitadas e invitados a generar “actos resilientes”, una reflexión colectiva cobra vida en aquel momento. De tal modo, un “acto resiliente” resulta el vehículo expresivo de los miembros de ese panel, advirtiendo con ello el formar parte de una nébula viviente con nodos de espacio y tiempo determinado, recomponiéndose en un desdoblamiento permanente. Vía este ejercicio, hoy comprendemos mejor cómo un reconocimiento en empatía socio-ambiental y su re-calibración al cuidado del otro en la cotidianeidad, descubre y amplifica puentes comunes en la relación que tienen el cuerpo, la experiencia y la conciencia con la interfaz urbana, y con el espacio público.
Sin embargo, la riqueza de esa conversación residiendo en el ámbito digital, pedía su consecuente transmutación y devolución al entorno físico para entablar un diálogo renovado allí. Así, un nuevo acto resiliente proviene ahora –en esta ocasión directamente desde el museo–, para expandir resonancias de aquellos actos iniciales, mediante un involucramiento físicamente activo con la pluralidad que conformamos en nuestra región geográfica. De allí este ejercicio elaborado en co-creación.
La persona que lleva a cabo esta experiencia colaborativa es Irene Arredondo, artista veracruzana quien trabaja con textiles y teñidos mediante tintes naturales. En este caso, Irene desarrolla una serie de 12 pañuelos de algodón teñidos con una base común de maíz. El proceso alquímico de teñido es puesto en acción interpretando cada acto y a la postre, generando un conjunto de paisajes abstractos, producidos por el recorrido azaroso de las tintas a través de las hiladas y también por una coloración particular, reflejo de su transformación en el tiempo. Alusiones a los trabajos de Ramiro Chaves, Adriana David y Daniel Daou entran en juego: La Cruz del Sur como referencia de una posición física y cognitiva; cierta sabiduría inteligible marcando los ritmos en el ciclo productivo de los alimentos de esta ciudad; las huellas del habitar humano contenidas en el hollín de un puente en el anillo periférico. Estas son –entre varias otras– algunas guías conceptuales presentes para enunciar la interrelación entre conciencia – cuerpo – ambiente.
Un siguiente momento en esta experiencia tiene que ver con la intención de enaltecer esta energía creadora y hacerla respirar en libertad acompañando la revitalización de los ciclos de los que forma parte. De ahí que al amanecer del pasado 6 de junio, una travesía iniciática con los pañuelos tuvo lugar en el lago de Xochimilco. Con ayuda de Ehécatl Morales –artista y activista comunero agrícola local– nos acercamos a esta región donde este alimento ha crecido desde tiempos precolombinos. Estando allí, en una deriva acuática nos dirigimos a una chinampa y germinamos granos de maíces biodiversos mediante una técnica local llamada chapín. Esta técnica implica sacar lodo del lago para una preparación de capas de tierra y lirio, con la cual acoger los granos durante los primeros momentos de contacto con el suelo y propiciar su germinación.
Esta experiencia y su documentación forman parte de la tercera entrega de la Re_vista 05 del Museo Experimental el Eco, que en esta ocasión muestra diversos procesos de creación como generadores de conocimiento. Para ello, los recursos naturales son materia de trabajo con reconocimiento histórico, estético, económico y cultural por una comunidad de práctica. Misma que elabora procesos de producción con un espíritu resiliente, consecuente con la elevación espiritual goeritziana de los años cincuenta, enfocado a las necesidades del tiempo actual.
Jesús Cruz Caba
México, septiembre 2022
Esta entrega forma parte de la Re_vista 05 del Museo Experimental el Eco, editada por Irene Arredondo. Es una invitación realizada por Jesús Cruz Caba.
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(Libres) Ondeantes son las tinturas que se impregnan en la trama de una historia resiliente. Emociones convertidas en ecos dentro de un paisaje urbano que se nutre de sus milpas, cuando Venus aparece comienza el ritual de la cosecha. El cosmos y su coreografía de intercambios memoreables. La tierra sembrada de flores y sus canales que proveyeron de alimentos a una población por más de medio siglo.
Ahí comienza ese intercambio casi ritualista del alimento de los mexicanos, obviado por muchos, alabado por otros tantos. Esto fue un homenaje, una Oda al cultivo Xochimilca chinampero en donde la base de cada pañuelo, como en la vida de los mexicanos, es el maíz.
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Irene Arredondo
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Irene Arredondo. Artista multidisciplinaria, nace en Ciudad de México en 1989, cursa la carrera de arquitectura en la Universidad Gestalt de Diseño en Xalapa, Veracruz, realiza estudios de maestría en artes plásticas en la Universidad de Barcelona, España, y de cerámica en la JamFactory en Adelaide, Australia.
El tema central en su obra plástica, ya sea en su escultura en cerámica, fotografía, tapiz textil o teñidos naturales, se dirige a la reinterpretación de la forma de habitar el mundo y las relaciones humanas que de ella derivan, partiendo de una cavilación sensible por la naturaleza y la otredad. Irene crea piezas a través de un diálogo estético con los materiales que usa; de la exploración de las texturas, las tonalidades, relieves y formas que éstos le propician, sutilmente las aprovecha para generar nuevas perspectivas físicas y psicológicas, desde las cuales podemos mirar el pasado para comprender el presente, navegar entre el mundo interior y el exterior, y que da como resultado la unión de la dimensión de lo particular con el lenguaje transpersonal y transespacial.
Las creaciones de Irene buscan subsanar los dolores propios de la condición mortal, a través de un camino que nos trae de vuelta a la naturaleza. Su obra construye puentes que revalorizan la manera en que vivenciamos y ocupamos el espacio y el tiempo, y que, antes de detenerse en lo puramente lingüístico o racional, propician experiencias autopoiéticas, esto es, experiencias dinámicas con el entorno, libres de airadas armaduras, y en donde todos los pensamientos desaparecen ante la imagen del mundo eternamente uno.
Jerónimo González, (Last Jerónimo) Estudió contrabajo en el Conservatorio de Música Clásica de la Universidad Veracruzana, como alumno del reconocido maestro polaco Andzrej Kalarus. Estudió guitarra y bajo en el Centro de Estudios de Jazz de la misma universidad. Años más tarde viaja Barcelona, donde aprende música flamenca en la Escuela de Guitarra Flamenca del maestro Joaquín Herrera. Asimismo, realizó un diplomado en Neuromusicología, con el investigador belga Luc Dèlanoy, un diplomado en Etnomusicología con el canadiense Gerald Côte y el diplomado en Producción Musical del Berklee College of Music.
Jerónimo ha realizado conciertos por todo México y en países como Chile, Brasil, Haití, Estados Unidos, Alemania, España, Israel, Rusia, Argentina y ha colaborado con artistas como Jorge Pardo, Antonio Sánchez, Alejandro Sanz, Ojos de Brujo, Maria Toledo, Tim Ries, Rubén Albarrán, Espinoza Paz, Run The Jewels, Mon Laferte, Juan Solo, Aczino, Jony Beltrán, Serko Fu, Bocafloja, Axel Tosca, Godwin Louis, Omri Mor, Sonex, Orquesta Nacional de Jazz de México, entre otros.
Cabe mencionar su participación en múltiples festivales internacionales como Vive Latino, Puerta de las Américas, Red Sea Jazz Festival, San Jose Jazz Festival, Duke Ellington Jazz Festival, Port-au-Prince Jazz Festival, Wassermusik Festival, entre otros.
De igual manera, ha trabajado como productor con diferentes artistas y agrupaciones de la escena nacional e internacional para artistas de España, Venezuela, Chile, Portugal, Alemania, Francia, Israel, Estados Unidos, Canadá, Italia, Dinamarca, Guinea, etc. También en producciones cinematográficas, proyectos y campañas publicitarias con National Geographic Channel, IMCINE, Televisa, TV Azteca, Redbull, Fashion Week México City, Earth X , ADO, IVEC, Museo del Chopo, entre otras.
Ehécatl Morales. Tesista en la Licenciatura en Artes Visuales. Orientación en escultura, grabado y videoarte en la Faculta de Artes y Diseño. Universidad Nacional Autónoma de México. Realizó el servicio social en el programa Orientación e investigación cultural en el Museo Dolores Olmedo Patiño.
Su trabajo artístico se vincula en proyectos de comunidad y naturaleza. Trabaja en el Colectivo Plan Acalli desde 2013. Busca promover la valoración y conservación de la chinampería y los derechos de uso de suelo de conservación ecológica de Xochimilco, mediante la activación de redes de colaboración para la salvaguarda de la cosmovisión chinampera y la generación de sentidos críticos de habitar la Ciudad de México.