“Al igual que el bricoleur, en presencia de una tarea dada, no puede hacer lo que le dé la gana; también él tendrá que comenzar por inventariar un conjunto predeterminado de conocimientos teóricos y prácticos, de medios técnicos, que restringen las soluciones posibles. Así pues , la diferencia no es tan absoluta como nos veríamos tentados a imaginarla; no obstante , sigue siendo real, en la medida en que, por relación a esas constricciones que resumen un estado de civilización, el ingeniero trata de abrirse un pasaje y de situarse más allá, en tanto que el bricoleur, de grado o por fuerza, permanece más acá, lo que es otra manera de decir que el primero opera por medio de conceptos y el segundo por medio de signos. Sobre el eje de la oposición entre naturaleza y cultura, los conjuntos de que se valen están perceptiblemente dislocados”
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Todas las fotografías fueron tomadas por Wolf von Kries durante su estancia en México, 2015.





















